domingo, 18 de noviembre de 2007

mina de hielo

ansiedad de no verte me recorres el vientre a gélidos golpes de martinete (enamorado de un cuerpo esculpido en sueños) y aquí está el pajarillo loco, dale que te dale con su pico abriéndome un pozo de suspiros en el ombligo y salpicando un río de largos escalofríos que suspiran vientos en eco bajo mis alas: qué días sin noches ni sonrisas pintadas en mi piel difuminada por los aires de tu presencia en mi cueva agujereada por recuerdos: suspiros aullando a los fantasmas de antaño, aquél de que me amaste por el tiempo de un momento onírico y parisino, un pretérito soplo en mis velados vuelos que deja su poso, cava el pozo y abona la infértil telaraña de mi sagrado sexo: imposible colmarlo de paz, rebosa la mina de hielo